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Un 5 de marzo, pero de 1967, Pachuca ascendía a 1ª División al vencer 2-0 al equipo de Ciudad Victoria en la Jornada 30 de la Temporada 1966-67.
PACHUCA, HGO.- Después de que en 1951, la creación de la Segunda División marcara el regreso de Pachuca al futbol profesional, tuvieron que pasar 16 años para que los Tuzos pudieran alcanzar la gloria y consumar su más elevada ambición: alzar el campeonato para convertirse en un equipo de Primera División.
El sendero rumbo a esa gloria inició un 7 de agosto de 1966 en el Estadio Revolución Mexicana, con un triunfo de 3 goles por 1 frente al Texcoco, aquella tarde de domingo se empezó a dar rumbo a una temporada en la que se cosecharon 46 puntos, resultado de 17 triunfos, 12 empates y sólo una derrota, en la que los Tuzos marcaron 54 goles y sólo recibieron 18.
El plantel estaba conformado por jugadores como Everardo Aceves, Pablo Guerrero, Eduardo Corona, Francisco Arredondo, Alberto Castillo, Elías Álvarez, Florentino Lizaola, Cecilio Ceballos, Everardo Aceves, Eduardo Corona, Benjamín Fal, José L. Ramírez, Jesús Zárate y Alejandro Acosta, entre otros; todos bajo las órdenes del técnico argentino debutante: Ernesto ‘Chueco’ Candia.
En ese entonces la liga la conformaban 16 clubes, y Pachuca se enfrentó a rivales clásicos dentro de aquella división de ascenso, tales como Zacatepec, La Laguna, Puebla, Deportivo Torreón, Orizaba, Poza Rica, Tampico, Ciudad Victoria, Celaya, Tepic, Salamanca, Zamora, Nacional de Jalisco, La Piedad y Texcoco.
En aquella campaña se concretó la hazaña de ascender al máximo circuito, con un triunfo de 2-0 sobre el equipo de Ciudad Victoria, con goles del ‘Pollo’ Alberto Castillo y el ‘Chaparro’ Francisco Arredondo, en la última jornada del Torneo 1966-67. El Revolución Mexicana y todo el estado de Hidalgo vibró con aquel triunfo con el que Pachuca cumplía su sueño de conseguir el anhelado ascenso a Primera División, tras el que permaneció durante 6 años en la máxima categoría.
Sin lugar a dudas un sueño hecho realidad-Frace hecha- pero así fue. El sueño de un niño de 8 años ver a sus idolos, especialmente a mi primer ídolo el portero Pablo Guerrero. Mi corazón desde siempre con mis tuzos! Semilla que sembró mi tío Felipe González, al llevarnos a mis primos y a mi, para ver los entrenamientos del Pachuca. Gracias por permitirme recordar tan bellos recuerdos. Un cordial saludo!